Quemada

 

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Título: Quemada
Autor: Serrano XXI
Año: 2022
Materiales: óleo y masilla en lienzo sobre bastidor de madera
Dimensiones: 100 cm x 100 cm
Precio: 2.750 €

Descripción conceptual:

Esta obra pretende ser un revulsivo donde plasmar el fundamentalismo religioso, las enormes diferencias sociales existentes, la codicia sin fin y la falta de sentimientos, todo eso que nos cuesta encontrar en los museos de arte contemporáneos.

Se trata de una pintura que va más allá del mero retrato, una narración silenciosa e intimista, con una preocupación especial por la luz y las sombras del velo, y un obsesivo fondo blanco que nos habla de la pureza del alma del personaje atacado en la sinrazón del machismo estructural imposible de erradicar. La obra está tratada con material para dar relieve a la zona dañada y presentar con mayor crudeza y realismo el daño causado a su protagonista.

En pleno siglo XXI, nos encontramos un tipo de violencia brutal, vestida de normalidad en culturas orientales (?...), que tratan a la mujer como mero objeto de posesión al que se puede dañar a placer. El director de Arte de la BBC y exdirector de Tate Media Will Gompertz nos hace ver en su obra “¿Qué estás mirando?” que a pesar de una tradición histórica en la que el Arte plasma los cambios sociales y hace una crítica más o menos constructiva de la sociedad que lo enmarca, desde el último cuarto de siglo XX los artistas parecen no haber atendido a dicha tradición, y si uno va a un museo y da por bueno el testimonio del arte actual, es como si nada de esto estuviera sucediendo.

La pieza refleja un fallo en la sociabilidad digital. La conexión deficiente en pantalla, sólo muestra parte de la fotografía, donde la última fila de píxeles se repite formando rayas infinitas y transporta el concepto de la obra... ¡Es una rayada!

El diálogo verbal está roto para esta cariátide contemporánea, sólo el rostro permite un intercambio cognitivo donde reivindicar el sufrimiento por la incomprensión y la búsqueda de escape en la supuesta protección social.

Todo en esta pieza tiene un meticuloso proceso de trabajo, una especie de alquimia fotográfica que se acerca más al trabajo compositivo de un artista digital que a la tradición pictórica, y con una intención muy clara, simular la función del entorno, de una sociedad contemporánea, la del mouse, aún vetusta y opresiva, que viste de normalidad lo que ocurre y obstaculiza la reivindicación de justicia de su protagonista.